Devolver la movilidad a la zona afectada es imprescindible en los procesos de recuperación de articulaciones, ya se trate de un tratamiento de esguince, rodilla, hombro, etc. El complejo articular no solo debe recuperar su desarrollo habitual, sino que es preciso que el movimiento vuelva a ser completo. Para conseguirlo, en Terapia de Frío disponemos de productos específicos para distintas articulaciones como muñequeras, rodilleras, coderas o tobilleras, que se ajustan adecuadamente a la zona afectada, permitiendo que el frío llegue a la articulación, mientras fija su posición gracias a su capacidad compresora.

Cuando hablamos de cómo curar un esguince, recuperar el movimiento de una rodilla o rehabilitar cualquier otra articulación dañada, los expertos nos recomiendan dos soluciones, que deben complementarse con un proceso de fisioterapia, el frío y la compresión. Con el material adecuado, tanto el dolor como los daños desaparecen, acelerando el proceso de recuperación.

Además de recuperar lesiones en articulaciones, la terapia de frío y compresión también actúa en diferentes grupos musculares, permitiendo la desaparición de dolores de espalda y otras zonas corporales, además de calmar dolores asociados a procesos de tendinitis. Tanto la inflamación de los tendones como la de los músculos se pueden tratar eficazmente a base de frío y compresión localizada, en Terapia de Frío disponemos de productos que son el complemento perfecto para un tratamiento de dolor muscular, tratamiento de tendinitis y dolencias similares, a partir de un sistema propio de celdas entretejidas, capaces de adaptarse a la forma de la zona afectada.